Nieve del monte rojo.
Yerto en un sueño de miradas
Conduzco hasta el filo de tus labios
Que rasura la negrura de mi noche
Observo en horizontes nuestras manos
Que persiguen el néctar
en las flores aluminadas,
voz brillante de la primavera...
Voz ventana
Que Persevera la tarde
Un vigilante desempolva
Una Antigua voz dulce
Algún mensaje de ayer
Algún beso en tu cara
en tus labios pétalo
Como beber de la luna
el ocaso nos dedica un
Embotellamiento,
El sol cabrón que precede al alivio.
Una sombra que nos sigue
Y nos cobija
Los cortos veranos de ayer
La fija mirada de un policía
Las fauces puercas del viaducto
Ves acaso las aves entre ese río de autos?
La forma en que nos mira el cielo
Como diciendo que sí?
Y besar
el humo de la brasa
Sin ti abrazo
de humo.
Son las voces de la ciudad,
Me llevan ahí,
donde tu corazón.
Detrás de un código secreto
Me catapulta un ascensor
Al azul profundo de tu pelo.
Tienes todas las estrellas
Las hallo En ti.
Y
Me
hallan
Buscaba tus labios
Y hallé un río,
una cascada
Agridulce alivio,
La mirada exacta.
Te busqué detrás .
La maraña de cables,
Años sin verte.
Es raro el amor,
Pirotecnia de noche.
Nos estallamos como soles.
A ratos el pensamiento
Trae tardes de lúcido sueño
Y en mi boca la palabra acentuada
Más bien.
Tú.
Como va el otoño?
Que ha sido de aquella opinión?
Las tardes más bellas traen soles contigo.
Los sorbos más dulces,
sabor de tu boca.
Los llamo así, tú.
Y que te cuelgues de mis brazos,
que me des tus giralunas,
los efluvios punzantes y
electromagnéticos de tu sexo.
Guerrear en tu trinchera o en un sótano estacionamiento
y arder entre bombas yucatecas
Que nos maten el insomnio
y las distancias.
Conduzco una camioneta negra
Con la tarjeta vencida
sobre el carril central
del Río de la piedad.
A contracorriente, de subida.
Como un salmón
entre remolinos de gasolina.
Piedra rodante que va hacia arriba.
Persigo un sueño,
reventando nubes,
El smog de la urbe,
el fragor del día erguido,
yerto.
Del mañana necio,
El Kairós loco
pero siempre atinado
que me amanece
cuando
Nazco de retozar en tu pecho.
Conduzco sobre el río
hacia tus labios afilados.
27 09 25
Escrividente.
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